Soy Francisca, y Olivia nació en un momento en el que necesitaba recordarme quién era. Crear joyas fue mi forma de sanar, reconectar conmigo y empezar a brillar desde dentro. Cada pieza que diseño no es solo un accesorio, es un recordatorio de que todas tenemos una luz única. Olivia también es el nombre de mi perrita salchicha, que llegó a mi vida justo antes de que naciera esta marca. Ella trajo amor, compañía y alegría en uno de los momentos más importantes, y por eso su nombre quedó grabado en el alma de este proyecto. Hoy, Olivia Joyas es mi forma de compartir esa luz contigo. Gracias por estar aquí. Espero que en cada joya encuentres fuerza, belleza y ese pequeño empujón que a veces todas necesitamos para volver a creer en nosotras mismas.